El
tercer disco de los finlandeses
Rapture no se aparta demasiado, en el fondo, de los anteriores trabajos, editados en
1999 y
2002, aunque presente ligeras variaciones formales.
Rapture mostraban en los dos primeros discos influencias de la
escena gótica escandinava surgida del
death metal,
Katatonia y
Opeth fundamentalmente (bueno, quizás meter a
Opeth en la escena
gótica sea un poco excesivo...), y esas influencias continúan en este
‘Silent Stage’, aunque con matices.
Todavía están presentes las guitarras características de
Katatonia, esta vez más de
‘Discouraged Ones’ que de
‘Brave Murder Day’, esos riffs de escalas descendentes acompañados de rítmicas marcadas ( la inicial
‘Misery 24/7’, la instrumental
‘For The Ghosts Of Our Time’), las melodías vocales de las partes más lentas de
Opeth (
‘The Past Nightmares’, un gran tema) y en general ese tipo de sonido, pero en éste disco
Rapture se han vuelto
más melódicos, menos pesados. Los ritmos son más dinámicos, menos complejos, y en todos los temas se advierte una intención por destacar sobre todo las líneas más melódicas, tanto en las guitarras como en las voces, ya sea la limpia o la gutural.
‘I Am Complete’, cantada en su totalidad por la voz limpia, podría ser un tema de los últimos
Katatonia, como
‘Silent Chrysalis Stage’, esta con un aire más a
goth metal y con voz gutural.
En
‘Dreamings Of Oblivion’ vuelven las referencias a los
Opeth de
‘Still Life’, más dura en las guitarras y el ritmo que los anteriores cortes, más grave pero conservando toda la melodía.
‘The Times We Bled’ es el tema más suave, donde los teclados dejan su papel secundario en para asumir el protagonismo en la estrofa, mientras que para el estribillo vuelven la voz gutural y los riffs agudos.
‘Cold On My Side’, de guitarras sincopadas y melodías más complejas, es el tema más
goth metal del disco, con cierto aire a los
Paradise Lost de
‘Icon’ o
‘Draconian Times’, y para cerrar este trabajo tenemos
‘Completion’, otro instrumental de casi 5 minutos, basado en guitarras limpias al principio y que tiene unos cuantos cambios de ritmo hacia terrenos más pesados, un buen resumen de las intenciones musicales de
Draconian en éste
‘Silent Stage’.
El disco suena muy bien, quizás las voces podrían haber quedado mejor con otro tipo de tratamiento (sobre todo la gutural). En definitiva,
Draconian no ofrecen nada nuevo dentro del
goth metal de raíz más pesada y oscura, pero es un trabajo competente a todos los niveles,
recomendado sobre todo para fans de los grupos que han ido apareciendo a lo largo de la reseña, incluso puede ser una
buena puerta de entrada al género para los no iniciados, más accesible que los discos de
Opeth o los
Katatonia anteriores a
‘Tonight’s Decisión’.