Siempre es (bueno, hasta ahora siempre ha sido) un
placer encontrarse con un nuevo trabajo de
The Third And The Mortal, un ejemplo de
evolución musical marcada siempre por una
calidad altísima. Desde el maravilloso
‘Tears laid On Earth’ hasta este
‘Project Bluebook’ han pasado diez años y tres discos completos, aparte de diversos Eps y colaboraciones en recopilatorios, y la banda noruega no ha perdido ni un ápice de genialidad musical, a pesar del evidente
cambio estilístico, muy progresivo, eso sí, que tuvo lugar entre el citado
‘Tears...’ y
‘Painted On Glass’,
‘In This Room’ y
‘Memoirs’.
El disco que ahora nos ocupa es uno más de esos Ep’s que han ido saliendo a lo largo de estos años, en este caso con
siete temas.
Los dos primeros son temas inéditos, grabados en
2003.
‘Drone’ es un corte marcado por el ritmo y la suave melodía, quizás más cercano a
‘Painted On Glass’ que a los últimos trabajos, más experimental, mientras que la
excelente ‘Chain’ es mucho más
oscura, dominada por la voz masculina de
Andreas Elvenes y con cierto aire a los
temas más góticos de los últimos trabajos de
The Gathering.
Además de estos temas nuevos ,
’Project Bluebook’ recoge
cinco cortes más en directo.El primero de ellos,
’Stalker’ (grabado en
1998) se presenta como una
“improvisación en directo” de más de diez minutos que comienza creando
ambientes de samples vocales y teclados a los que se van añadiendo
instrumentos de viento (clarinete y tuba) de aires a veces espaciales, otras orientales, ocasionales guitarras acústicas y una
base electrónica acelerada, que se convierte en un
ritmo más pausado y jazzy al final del tema con el
clarinete (filtrado) como protagonista absoluto. Los demás temas están grabados en
Alemania en
2002:
‘The City’(de
'Memoirs'), basado en
piano y efectos,
menos experimental y más contundente, con numerosos samples vocales. En
‘Sort of Invisible’( de
'In This Room'), quizás
la canción más convencional en su estructura, las
guitarras se adueñan del tema junto a las poderosas y, esta vez, graves voces de
Kristi Huke y
Andreas Elvenes .
A continuación la
joya (para mí, claro) del disco, la versión de
‘Autopoema’ del primer disco, aquí llamada
‘Autophomea’, mucho más
ambiental, sin batería y con
la guitarra esbozando la melodía del tema mientras la
voz de
Kristi Huke le da un toque más actual, pero igual de oscuro, una verdadera maravilla. Hacia la mitad comienza otra
improvisación con bases electrónicas sobre las melodías de guitarra y teclados y las dos voces que se alarga hasta los once minutos. El último tema es
‘Simple Man’(variación del 'Simple Minds' de 'Memoirs'), que ahonda en las influencias más
electrónicas y
trip-hop presentes en algunos de los temas de
‘Memoirs’, con
una batería muy bailable y diferentes efectos, un intermedio más calmado y oscuro y
el final más ruidoso y contundente, casi marcial. A pesar de que en los créditos se advierte que los temas fueron grabados en un
mini-disc y que por tanto deben considerarse como una grabación pirata, la verdad es que
el sonido es excelente, solo en las partes más cargadas se aprecia algo de debilidad en la mezcla de algún instrumento.
La
presentación es simple pero muy
eficaz ( y a mí me parece además muy bonita) y de la pericia de todos los miembros no vamos a decir nada a estas alturas...bueno, pues sí: todos están estupendos, desde los vocalistas hasta el resto de músicos. Y que aunque no sea un disco completo, es una hora de la mejor música que alguien interesado en la escena oscura más experimental e innovadora puede conseguir.