Segundo CD de este grupo de rock gótico
checo. Su título, “Amar es morir”, procede de un poema de Octavio
Paz. Las comparaciones con su primer disco “Mare Ingenii”,
editado año y medio antes, son, en este caso, inevitables y nada odiosas, sino
elogiosas. Otras nueve piezas musicales para uso y abuso de oídos
sedientos de sonidos góticos y oscuros.
“Milovat Je Umírat” es un disco de mayor calidad, con un sonido mucho
más elaborado y rico. Se mantiene aquel esquema del trabajo anterior basado
en la voz, la guitarra, el bajo y la batería, pero con cambios. La voz de
su cantante, menos provocativa, gana en calidez y sentimiento, sin perder
ni un ápice de su fuerza cuando el tema lo requiere. La batería pierde parte
de su protagonismo y la guitarra se vuelve más acústica.
Además, aparecen otros instrumentos y efectos de sonido y, sobre
todo, los ritmos son más variados. Hay temas rockeros como el titulado “Sama”,
otros más acústicos como “Lesnení” y “Kvety Noci”, ambientales
como “Protínáni” y casi rituales como el tema final, “Úsvit”,
con sus fabulosos tambores y flautas. Particularmente rica en matices y trabajada
es la canción “Medusa”, que crea una atmósfera especial gracias a sus
misteriosos efectos de sonido y su acordeón lleno de sentimiento.
En resumen, segundo larga duración de los castellanizados
Alvaréz Peréz. Su estilo se
define más y ya no suenan tanto al enémiso grupo de rock gótico
que está empezando. Asombrosamente, es un trabajo autoproducido,
lo que aún les suma más méritos. La búsqueda de
sonidos se nos presenta fructuosa y podemos decir que se trata de un disco
con más peso, más empaque y más calidad que
el anterior. Quizás esta formación checa no lleguen a la altura
de los grandes grupos habidos y por haber, pero eso, ¿a quién
le importa? (....)